«Otoño en Nueva York»

Luz María Paz, mi prima, me anunciaba que vendría a la Ciudad de Nueva York para finales de Octubre de 2013, en pleno Otoño, junto con su hija Andrea y “Pirrin” nuestro primo Ricardo Paz el chico Polanco.
Programamos pues entre los tres la visita y sitios de interés; desde un principio, les propuse venir a donde yo vivo y les recomendé que visitaran Deal, NJ, posteriormente les dije que los llevaría hasta Atlantic City, un lugar lleno de casinos, lujo y diversión… así que hicimos las reservaciones y todo quedó en itinerario.
Al poco tiempo, Luz María me informaba que se había “pegado” al tour una quinta persona más… era el novio de Andrea o sea “El Yerno”.
El caso fue que solo se hicieron algunas modificaciones y …¡listo! todo quedó nuevamente en itinerario y agregamos a Pedro Urbina al tour; fue así pues, que Luz María, el yerno y Andrea volaban desde Villahermosa, Tabasco hacia la Ciudad de la nube gris, Mexico City donde en el aeropuerto internacional se verían con el chico Polanco para volar juntos a la gran manzana.
Allí estuvieron dos días y el sábado me fui a recogerlos a la Ciudad de Nueva York; caminamos un rato y posteriormente les di un recorrido en carro por Manhattan. (pronunciación Luz María: Man-ha-ttan),
Salimos de Manhattan cruzando el túnel Lincoln hacia New Jersey. Una vez de este lado, me dirigí hacia una panorámica en una zona elevada para que admiraran la Ciudad de Nueva York desde el otro lado del Río Hudson. La vista desde aquí es espectacular, se puede apreciar toda la ciudad completa con sus imponentes “rascacielos”, haciendo la vista mucho más interesante. Viajamos hacia mi casa en Deal, NJ y nos acomodamos para dormir, no sin antes bebernos dos botellas de vino para celebrar la visita y a Andrea quien se acababa de graduar de la Universidad, y también por el yerno. Tanto Andrea, el yerno y Pirrin era su primera vez que visitaban NYC; Luz María, como gerente de la agencia de viajes, pues ya había visto años atrás las torres gemelas y que ahora encontró una nueva silueta en el “skyline” de la gran manzana.
Al día siguiente, el chico Polanco nos levantó a las 5 a.m. para poder aprovechar todo el día, (o no ¿Pirrin? dicen que asi los traía todo el viaje, desde muy temprano los levantaba…)
Los llevé por los puntos más bonitos de Deal, un recorrido por las grandes residencias de los judíos el barrio donde vivo y hasta el malecón de Deal y Allenhurst donde nos tomamos unas fotos frente al Atlántico. De ahí enfilé carretera hacia el sur, para llegar posteriormente a Atlantic City; nos acomodamos en el Hotel Tropicana (ambiente muy latino) y nos dirigimos a beber un trago para celebrar en el restaurante bar ‘Habana Libre’.
Más tarde caminamos por el famoso e histórico ‘Boardwalk’ (andador-malecón) frente al mar, donde se encuentran muchos de los grandes hoteles y uno de los más lujosos al final de la caminata: el gigantesco REVEL Resort, el hotel más nuevo, moderno e impresionante, con 1900 habitaciones y tuvo un costo de 2.4 billones de dólares; ahí sí es para “perderse” o no ¿Luz María?
Al día siguiente, manejé desde AC hasta NYC, pasando por el puente Verrazano donde se puede apreciar a lo lejos el bajo Manhattan…, dejamos las maletas en el hotel, era la última noche de mis parientes en la gran manzana, así que decidimos irnos a Manhattan a caminar y hacer las compras de pánico… las últimas junto con los “souvenirs” visitando el MoMa, El Metropolitan Museum of Art y el Museo Guggenheim, caminando por supuesto por 5ta avenida, pasando por Central Park, admirando la vegetacion en sus colores otoñales, aquellos rojos ocres, amarillos y naranjas muy característicos de esta estación tan pintoresca… y de regreso hasta el imponente Empire State donde todos subieron, menos Luz María y yo, que ya lo hemos hecho anteriormente, así que nos fuimos a comer unos deliciosos sandwiches en Potbelly y posteriormente los esperamos en el bar, justo debajo del imponente edificio, bebiendo una copa de vino tinto.
Mientras ellos estaban admirando desde lo alto la panorámica y el atardecer de la gran manzana, mi prima y yo sosteníamos una plática muy interesante, disfrutándonos uno del otro y recordando a mi mamá que en esta navidad no estará con nosotros,… un poquito tristes pero con mucha fuerza para seguir adelante.
Luz María parecía nueva, estaba con unos nervios de que su Andrea no bajaba del mirador del Empire State, pero al fin ahí los vimos llegar junto al “chico Polanco” y “el yerno”.
El regreso al hotel (muy cerca del aeropuerto JFK) tenía que ser en metro y posteriormente en taxi. El lugar para tomar el taxi por allá, me daba un poco de miedo, por ser una zona no muy agradable. Nos bajamos pues en la estación Jamaica y ahí nos abordó un taxista, en un segundo llegó otro, pero la cosa no se veía bien… ¡vamos, vamos -les dije- «trépense» inmediatamente y salgamos de aquí…! ja, ja, ja, como de película abandonamos el lugar hasta llegar al hotel a descansar, claro no sin antes ellos acomodar esas maletas que habían llegado completamente vacías y que se iban a “reventar” de regreso a México.
A las 5 a.m. el chico Polanco los levantó… él, como a la vieja crianza, estaba arregladito y vestidito ¡listo para irse al aeropuerto! en fin, la despedida a esa hora no fue nada bonito, pero ni modo, será para la próxima para volver a encontrarnos y terminar de ver todo lo que la gran ciudad nos ofrece cada día, siempre hay algo Nuevo que ver en ella o ¿no?
“Otoño en Nueva York” es una estación fantástica, llena de colores ocre y excelente tiempo para visitar Manhattan, no muy frío, cosa que permite caminar sin sufrir, por las calles de la urbe de hierro.

Gracias nuevamente a mi correctora ortográfica: Alicia Alvarado. Twitter @balles20

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Un acróstico que me regalo mi papá minutos después de haber leído «Otoño en Nueva York»

Me encuentro muy lejos de Manolo,
Alcanzo su presencia por el éter,
Recurriendo al poder de la electrónica,
Grandes distancias nos separan,
Aquí esta cerca su presencia; ahora,
Recuérdole que aunque lejos, no esta solo,
Instante a instante el me acompaña,
Todo momento que mi mente tiene,
Así como el recuerdo de su madre.