«María Antonieta»

Lo que uno escucha en los pasillos de su trabajo, es simplemente una forma de ponerse a pensar y profundizar muchas veces en el tema de lo que se alcanza a percibir, la gente es bien portada y erudita.
Haciendo remembranza, me sentí “María Antonieta” un día de estos en mi trabajo y exactamente para ubicarlos en ese lugar, sucedió en Deal Golf and Country Club aquí en New Jersey.
Haciendo un poquito de Historia y remontándonos a aquel año de MDCCXCIII (1793) María Antonieta (Viena, 1755 – París, 1793) Reina de Francia, hija de los emperadores de Austria, Francisco I y María Teresa, contrajo matrimonio en 1770 con el delfín de Francia, Luis, quien subió al trono en 1774 con el nombre de Luis XVI. Mujer frívola y voluble, de gustos caros y rodeada de una camarilla intrigante, pronto se ganó fama de reaccionaria y despilfarradora. Ejerció una fuerte influencia política sobre su marido (al que nunca amó), ignoró la miseria del pueblo y, con su conducta licenciosa, contribuyó al descrédito de la monarquía en los años anteriores a la Revolución Francesa.
Pero quizá lo que más se recuerda de María Antonieta, es su dramático final: detenida junto con el rey y otros nobles cuando trataban de huir de París, fue juzgada por el Tribunal Revolucionario y condenada a morir en la guillotina, a las diez y media de la mañana del día 16 de octubre de 1793.
Un día como aquel, pero en la época actual, año MMXIII, un compañero viene corriendo hacia mí y lo noto muy agitado y con una cara a punto de cagarse… de la risa y me dice: Manuel, Manuel ¡esto tienes que escucharlo!, ¡¿Qué te pasa?! ¿Qué tienes? ¬le cuestioné. Pues resulta que el delfín de Deal mientras mantenía una plática sobre mi persona acerca de algo que no le había parecido de mí y que estaba en total discrepancia con mi conducta, le comentó a mi compañero: (palabras textuales): «Hay veces que no soporto a Manuel, deberíamos enjuiciarlo y mandarlo a la ‘Nicotina’” (%$#&@$#;^#/&*#@ como si la aguja hubiese rayado un disco LP -long play- de aquellos antiguos). ¡Confundir la guillotina con la nicotina! Está de risa simplemente! Ja, ja, ja,… Pero a mí me enviaron a la “nicotina” una fresca tarde de otoño aproximadamente a las 5:17 P.M., a esta hora rodó mi cabeza… entre colillas de cigarros ¿pienso yo?
Hablando con otras personas, uno de ellos igual de plebeyo, comentaba lo que actualmente sucede en México con aquellas llamadas… esta persona muy inspirada en su relato, comentaba la noticia que había visto en la TV y a lo que todos los ahí presentes escuchaban (yo consultaba algo en mi celular pero poniendo atención a lo que él decía) “esas llamadas en México de extorsismo …» Simplemente me dejó perplejo… ¿qué quiso decir? ¿llamadas de extorsión o de exorcismo? Por un momento sentí que rodé por las escaleras aquellas donde el sacerdote de El Exorcista cae al ser aventado por la ventana… ¿lo recuerdan? mi cabeza giró 360° grados vomitando cosa verde… ja, ja, ja. Lo peor del caso es que esta misma persona creo que ha ganado ya un doctorado en “analfabestia’s master degree” pues la semana pasada me pedía que yo le buscara algo en la red utilizando mi celular… y yo le pregunté: ¿Por qué no lo buscas en tu celular? A lo que el contestó: es que mi celular esta axaleto. ¡Dios mío! No pude más que ir por mi quijada que se me había desprendido y rodado unos metros sobre el piso por debajo de la mesa… ¿En dónde le vio la “axila” al aparato? ¡Obsoleto su cerebro..! y por si fuera poco… este mismo y “noble” personaje comentaba que le ardían los ojos fuertemente, por lo que tuvo que ir a la farmacia para comprarse un colirin, creo que quiso decir “colirio” para los ojos.
A la «nicotina» debería yo de enviarlo y ¡que le corten la cabeza! para que termine como la pobre María Antonieta en el año MDCCXCIII.
Bueno les dejo, sólo les quería comentar lo que en los pasillos de nuestros trabajos escuchamos cotidianamente; es una critica constructiva con el único fin de que tratemos de hablar un poquito mejor.
Les dejo que me voy a poner a ver la tele… “Pásame la cosa esa del dese que está encima del coso ese” ¡Te lo acabo de decir! ¿Por qué no hablas con propiedad?

Gracias nuevamente a mi correctora ortográfica Alicia Alvarado @balles20