Subí como de costumbre al tren para transportarme a mi trabajo, iba yo sentado del lado izquierdo junto a la ventana del vagón, en la primera parada del tren subieron unos «niños» de color, los dos primeros pasaron junto a mi, ni los volví a ver, pero el tercero lo observé desde un principio, traía una bicicleta, que hasta cierto punto, lo noté un poco torpe.
Mi mirada se clavó en todos sus movimientos, el no sabía donde colocar la bici, hasta que el oficial del tren le comunicó donde acomodarla, y así lo hizo.
El niño vino y se sentó justo en frente de mi, al hacerlo, percibi un fuerte olor a marihuana, pero dude, no quise ser tan directo en mis pensamientos, (mil cosas se me vinieron a la cabeza, no podía creer que un chamaco de esa edad anduviera ya fumando) pero lo observé más detalladamente, todos sus movimientos corporales.
Primeramente sus movimientos eran lentos, exclamé dentro de mi, «lo que uno ve en la calle» el niño tenia los ojos rojos, no se si fue mi imaginación pero cada ves más se le iban enrojeciendo…, su mirada era lejana y los parpados a medios abrir, entre ratos los abría completamente pero se le iban cerrando como si el sueño lo invadiera.
encorvado frente a mi, de pronto llegó el oficial solicitando los boletos y se detuvo justo a un lado de el…, –tiket – dijo el oficial.
El niño lo saco de su pantalón y sin mirarlo se lo dió en la mano, el oficial observó el boleto y le preguntó…, -are you 12?- (¿tienes 12 años?) A lo que el niño le contestó, -¡sí!-
El oficial se quedó un momento junto a su lado, yo no le quité la mirada de encima al menor, observaba sus ojos rojos, el sintió que lo delatarían…, pero no fue así, el oficial siguió con su trabajo mientras el infante le hacia mímicas a sus otros dos compañeros, (cuándo el oficial le dió la espalda) ni siquiera me dieron ganas de voltear a verlos, simplemente traté de entender que les quería decir…, no comprendí, pero mi imaginación divagó en cuestión de segundos, que tristeza sentí ver a un niño a sus cortos 12 años de edad ya metido en drogas y estas cosas, me preguntaba quienes eran sus padres, ¡que pena!
Pero eso no fue todo, de pronto el niño intercambio un corto diálogo conmigo., -Hi!- me dijo, a lo que le contesté –hello!-
-How are you?-
I’m fine.
what about you?
–I’m ok-
-Bonita bicicleta, ¿no te parece?
¡Si!, le contesté, en ese momento me quede mirando la bici, entonces nuevamente mi pensamiento voló a mil por horas…, me interrumpió cuando me dijo: -te la vendo, $20 dólares-
Me quede pasmado al escuchar eso y pensé, este pobre infeliz la acaba de robar, y me pide veinte dólares quizás para adquirir más drogas…
No gracias le contesté, insistió, -come on, just $20 bucks isn’t it nice?-
Si, le asegure, pero yo ya tengo una…, ni la necesito ni me hace falta, muchas gracias…, el altavoz del tren anunciaba mi estación, me lo quedé mirando y no le dije nada, simplemente me puse de pié, pasé junto a él y en mi mente pensé., ¡que Dios te ayude! (como suele decir mi mamá).
¡Ahi se los dejo de tarea!
10 septiembre, 2011
10/09/11 at 1:34 am
Buen relato, y si desgraciadamente esto pasa mucho y ahora creo que a más temprana edad, debemos de estar muy al pendiente de nuestros hijos. Saludos Manolo que tengas un excelente fin de semana!
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10/09/11 at 1:04 am
lo describes tal caul son las caracteristicas de una persona que se droga, y lamentablemente lo ves tu y lo vemos aqui tambien, en las calles, hay muchos limpia parabrisas, algunos te hacen el trabajo drogados, hasta ahorita no he visto que venga la poli y se los lleven (estan ocupados), pero en una ocasion uno agredio a una señora en un carro, todo el trafico se paralizo, le golpeaba el carro, a ella gracias a Dios no le hizo nada, hay de todas las edades, andan con una botella de pegamento tambien, es triste ver ese cuadro, y papas, cuales, es el medio en el que viven, no todos vivimos en los mismos, hay quienes nacieron en cuna de oro, y ya, otro en petate, el destino, los designios de Dios, quien sabe, son los mas marginados, por eso como decia andrea cuando era nilña «nosotros somos ricos, pobre los que no tienen donde dormir». El otro dia iva por andrea en la noche y estaban tres de ellos drogados chamacos de 14 o 15, no pude reprimir el deseo de llorar ¡tanta falta les hace unos papas que los quieran, que los aropen, abrazen, en fin muchas cosas¡. Primo tristemente es la realidad de la vida. esta reflexivo, tu comentario y como siempre me transportas a imaginar como fue. Saludos.
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10/09/11 at 12:29 am
Ayyy..!!! Tal vez eres mal pensado… Y sus movimientos torpes se deban a que tiene INMADUREZ en su TALLO cerebral y algún cierto retraso por eso mismo… Al principio creí que describías a un niño así… Muchas veces pensamos lo que pudieran ser las cosas, y son otras.!!!! Y QUE LINDO escribes..!!!
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