«Sandy» La Tormenta Perfecta

Don’t be stupid…! (¡no sean estúpidos!) -exclamaba el gobernador Chris Christie de New Jersey- en su conferencia de prensa, antes de la llegada del huracán Sandy, mientras el alcalde de la Ciudad de New York, Michael Bloomberg enfatizaba -esto es cosa seria, obedezcan la ley, es «mandatorio» dejar las zonas bajas…- 
El área tri-estatal (NJ, NY y CN) junto con el gobernador de Connecticut, Dannel Patrick Malloy, ponían bajo aviso y en estado de emergencia el área conurbada.
Las horas previas al embate de meteoro todo parecía muy normal, la tarde de ese Domingo salía yo de trabajar y con la ‘espinita’ de curiosidad de ir al malecón de Allenhurst a ver el mar… 
El mar ya estaba «bravo» y, así como yo, habíamos varios mirones contemplando el océano atlántico imaginando lo que vendría.
Por la noche el tiempo comenzó a cambiar dramáticamente: el aire se tornó fuerte y las ráfagas eran aún mas constantes; por otro lado los árboles comenzaron a perder las hojas del poco color otoñal con sus colores ocres, escarlatas y amarillos, mientras que las miles de hojas en el piso comenzaban a ser arrastradas por el fuerte viento. Así transcurrió esa noche y no fue hasta el Lunes que todo cambió.
Ya para el medio día del Lunes las ráfagas de viento eran lo suficientemente fuertes como para detenerte y arrastrarte. Pero aún así, fuimos a ver la furia del mar a escasas cuatro cuadras de donde pasaríamos la tormenta. La policía tenía ya las calles cerradas, aquellas que dirigían directamente a la playa. Así y todo pasamos la barricada y fuimos a hacer las crónica visuales y fotográficas, además del video que pudimos obtener, aunque sólo fue por un par de minutos pues el golpe de las gotas de agua en mi cara dolían por la fuerza de como el viento las estrellaba contra mis ojos.
Como a las 8 de la noche comenzaron los bajones de luz, el viento era lo suficientemente fuerte para hacer estallar los transformadores y soltar aquellos destellos de luz azulada que iluminaban todo alrededor. De pronto, comenzamos a perder la energía eléctrica y sólo se escuchaba la furia de las ráfagas mientras veíamos el cielo iluminarse de los chispazos que soltaban los cables de alta tensión al chocar entre sí.
En penumbras nos quedamos desde las 9 de la noche del Lunes y así transcurrimos por más de una semana. Al día siguiente del paso de Sandy salimos a ver lo que había pasado: miles de árboles en el piso y muchos de ellos sobre los techos de las casas. Ahora sí que «partieron las casas a la mitad»; casas centenarias destrozadas; edificaciones históricas, consideradas «museos» a orillas de la playa desaparecieron por completo (que pena me dio ver ‘nada’ de lo que un día había admirado y observado ahí) lo que Sandy se llevó. ¡no quedo huella alguna!
Vinieron días difíciles: implementaron el «toque de queda» de 7pm a 8am., la escasez de gasolina y agua caliente, la onda gélida que hizo descender el mercurio, grados bajo cero durante la noche. Las colas en las gasolineras -las pocas que sobrevivieron al viento- eran interminables, y eran custodiadas siempre por la policía. Sólo un supermercado abierto contaba con energía eléctrica a varios kilómetros a la redonda ya se imaginaran el gentío y las largas líneas para pagar en caja… 
En Atlantic City, el emblemático e histórico malecón peatonal «Boardwalk» desapareció en un tramo por completo., No yéndonos muy lejos, y eso que sólo el coletazo de Sandy nos tocó; los «boardwalk» de Belmar, -histórico por su centenar de años; , Ocean by the sea; Bradley Beach; Spring Lakes; Asbury Park y Allenhurst por mencionar algunos; todos ellos desaparecieron al paso de los vientos huracanados de Sandy y eso que entró con categoría 1. No quiero ni pensar si hubiese subido un «nivel» más…
Hoy muchos condados y ciudades han vuelto a la normalidad, poco a poco. Mientras tanto, las labores de limpieza siguen en las calles donde la acumulación de basura ha sido causada por los miles de árboles caídos, y las compañias de luz cooperan con la de otros estados para que cientos usuarios regresen a la normalidad antes que venga la tormenta gélida pronosticada hace un par de dias, que hará bajar el termómetro a menos ceros.
El «Halloween» pasó desapercibido solamente con la palabra «horror» y lo que conlleva; pues es feo no tener energía eléctrica, pero más feo es pasar frío sin calefacción ante la onda gélida que esta cruzando en estos días. La sala de la casa parece a aquella escena terrorífica de aquella habitación de El Exorcista…, al hablar despedimos vapor de la boca- 2da Tormenta Gélida despues de Sandy

…Hoy 11 dias y 12 noches más tarde, a las 7:45 p.m., por fin volvió a iluminarse la noche. Nos devolvieron el «poder» que Sandy nos quitó y nos hizo modificar muchas cosas a las cuales estamos acostumbrados. No cabe duda que este huracán nos sirvió para pensar el daño que le estamos haciendo al planeta y que por las cosas cotidianas de nuestras vidas no nos damos cuenta. La tormenta de nieve paso sin mayor consecuencia -al menos aquí en esta area- pero nos puso a temblar, sí a temblar del frío al soportar ¡temperaturas tan bajas sin calefacción alguna!

Y ya para terminar, como forma de estadística y de información, les cuento que cuando yo vivía en Cancún, me tocaron dos huracanes muy fuertes, en 1995 «Opal» y «Roxanne» en 1996, y uno con menor intensidad llamado «Dolly», posteriormente, en mi estadía en Costa Rica me toco vivir lo terribles aguaceros de lo que en ese entonces era la Tormenta Tropical  «Mitch», en el año 1998 posteriormente huracán que causo destrucción en varios países centroamericanos. Más tarde viviendo en Miami, FL., también fui testigo de los meteoros poderosos: «Frances», «Charley», «Ivan», «Jeanne» y «Fay»; para el 2005 los más peligrosos «Katrina» que cruzó la península como tormenta tropical y más tarde «Wilma». Ya para terminar en New Jersey me tocó escapar de «Irene» en el 2011 y este último en el 2012 ‘Sandy» La tormenta perfecta. 

Como siempre un agradecimiento muy en especial para Paola Wong @Paosil79 por su colaboración en la revisión ortográfica.

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Acerca de Manolo De La Cruz

Nacido orgullosamente tabasqueño, crecido en la tierra de los "tumbapatos" en Macuspana cruzando el río Puxcatán en San Joseito "Rancho 2-Hermanos". Vivido en Costa Rica y parte en Caracas, Venezuela. Escritor cómico, narrativo, descriptivo, anecdótico y ahora pintor empírico. Ver todas las entradas de Manolo De La Cruz

4 respuesta a ««Sandy» La Tormenta Perfecta»

  • Alicia Alvarado Ballesteros

    Impresionante la fuerza de la naturaleza en cualquier parte del mundo y lo endeble, frágil, que hace sentir al ser humano, que a pesar de los avances tecnológicos actuales, nada o muy poco puede hacer para impdirla si ella decide manifestarse en toda su grandeza. Gracias por compartirnos tu experiencia. Bye!

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  • Tere Aristi

    Verdaderamente una dura experiencia viviste con «Sandy». Yo también eh pasado por varios huracanes y se de la magnitud e impotencia cuando ves toda la destrucción y cuando ese huracán destruye tus cosas. Sólo podemos decir que somos vulnerables ante un fenómeno natural y contra eso nadie puede. Otra experiencia a tu vida amigo, conmovedora y llena de realismo. Muy buena!!!

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  • Blanca Alvarado Peralta

    Excelente documental Manolo. Felicidades—!!! Muy interesante todo lo que relatas me hizo transportarme al lugar de los hechos y que fuerte experiencia, saludos-

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