«Diego»

Salía Diego desde su país natal en un vuelo desde Sudamérica con destino a la Ciudad de México…, (recibió indicaciones precisas del «coyote» poco antes de salir) y el primer «stop» seria Bogotá, Colombia.

Diego desembarcó y caminó por el aeropuerto hasta llegar al área de aduanas, (del lado derecho en “tal” puerta alguien te llamará y acudirás a él, éste te solicitará tú ”pasaporte”) …Al recibir el pasaporte de regreso, Diego notó el sello con la ”visa” de entrada a México…, (con un “stop” mas en San José Costa Rica y cambio de avión, llegarás al D.F., desembarcarás y sentado esperarás por dos horas antes de cruzar migración) –Diego llegaría poco antes del cambio de turno-, (el “agente de inmigración” te identificará y te llamará para pasar por el módulo). Así sucedió, Diego fue llamado tras una señal y paso frente al ‘oficial’, entabló una pequeña plática y éste le puso un sello de entrada en su pasaporte, diciéndole sin más nada: “Bienvenido a los Estados Unidos Mexicanos”.

Diego estaba pues en la Ciudad de México completamente nervioso, primera vez que viajaba fuera de su país, a su corta edad y en avión, primera vez en su vida de que Diego llevaba consigo documentos falsos, primera vez que su ‘meta’ era llegar a los Estados Unidos, así que haría lo necesario para cumplir…

…El siguiente paso, (tomarás un taxi a un hotel, una vez te instales, llamarás a este número, y ellos te darán instrucciones de lo que deberás hacer) instrucciones precisas.

Asi pues había Diego llegado al primer punto muy difícil de lograrlo. Una vez instalado en la Ciudad de México, en el área de La Villa, aprovechando su estadía y esperando le llamaran para seguir su travesía, Diego asistió al recinto católico para subir al cerro del Tepeyac; creyente de la Virgen, visitó la Basílica pidiéndole llegar al siguiente punto aún incierto para él. Fue así como, tres días más tarde, le dieron la orden de seguir su travesía junto con «el Coyote» y, sin cruzar palabras con él, llegó a la terminal del norte donde este personaje llamado el ‘Coyote’ se dirigió a la ventanilla para comprar un boleto hacia Reynosa. Diego hizo lo mismo y así la otra persona que también iría en el viaje. Montado en un autobús rumbo al norte del país, Diego sentado a trás y el «Coyote» más adelante, viajaron sin hablar ni cruzar palabras entre ellos, tal y como estaba pactado antes de abordar. Horas más tarde, Diego completamente dormido y cansado despertó al sentir que el autobús aminoraba la velocidad; al parecer habrían parado en un ‘retén’ de la PGR (Policía Federal), a los pocos segundos subió un oficial y con una linterna alumbrándoles el rostro, eligió al azahar  a varias personas: tú, usted, tú y TÚ…, -éste último era Diego- ¡bajen del autobús…!

Diego contaba con una identificación mexicana (falsa): ¡la credencial para votar del IFE, un documento oficial en México!, (al mostrarle la mía durante la entrevista que sostuvimos, Diego me dijo que efectivamente era una igual a la que le habia mostrado). Sin embargo, el oficial nunca notó que era un documento falso, a pesar de que en aquel retén había suficiente luz, ya que la ‘credencial de elector’ estaba perfectamente bien hecha. Así, al no encontrar ningun problema, el oficial dejo de hacer preguntas a Diego, quien dicho sea de paso aparentaba estar tranquilo, ecuánime y sereno, pero por dentro ¡sentía que su alma se desprendía de su cuerpo!

Diego abordó el autobús nuevamente sin ningún problema, al final de cuentas había mostrado su “identificación”. Horas más tarde llegaría a Reynosa, Tamaulipas donde esperaría la siguiente señal para cruzar la línea fronteriza; el siguiente y último punto más peligroso de su trayecto hacia los Estados Unidos.

El se registra en un hotel sin volver a ver al “coyote” y ahí esperaría instrucciones, encerrado en el hotel solo pero con libertad de salir, con hambre y desesperación aprendiéndose los números telefónicos, repasando el himno nacional, y algunos nombres claves de los héroes de memoria, pues una de las indicaciones siguientes, era que al cruzar el río Bravo, tendrían que botar todo, toda evidencia que lo pudiera identificar quien era., incluyendo su pasaporte.

En una bolsa de plástico llevaría un cambio de ropa solamente un par de zapatos, todo el resto se quedaría en “México” y otras al cruzar el río.  Fue así que la “llamada” llego; ahí le anunciaron lo que tenía que hacer…

Se traslado a la estación de autobuses para dirigirse al cruce indicado; ahí lo esperaban para cruzar en la noche el río…y ese momento llego justo ahí, ahí estaba el río que le habían dicho desde antes de salir de su país que cruzaría, el río no parecía nada “bajo”. Al introducirse a él, el agua le llego al cuello.  Diego se dio cuenta que le habían mentido, pues le habían dicho que el agua le llegaría a las rodillas, ni modo, se armó de valor e implementó el nado que cuando pequeño había aprendido.  Así cruzó el bravo río, de rato en rato flotando con la ayuda de una mano, y con la otra sosteniendo la bolsa de plástico con sus pertenencias; hasta así llegar por fin a la otra orilla del río, a la orilla del sueño americano… ¡aunque éste aún no se concluiría!

Del “otro lado”, habiendo una vez alcanzado la orilla, Diego se deslizó sigilosamente hasta llegar a un lugar seguro. Ahí se deshizo de todas las pertenencias, ahí ante el clima frío se cambio de ropa también -recuerda Diego que saco aquella carta que su novia le había escrito y que le había pedido leerla una vez llegara a México- ahí dejó aquella hoja donde las pocas letras le habían dado las fuerzas necesarias para cruzar y llegar… ahí también se quedó aquél “rosario” que ella misma le había ofrecido al partir desde su país, junto con todos los documentos “oficiales”, la credencial de elector que le había salvado en aquel ‘retén’ policíaco. Sólo se quedó con lo que llevaba puesto encima.

Una vez del lado americano, Diego es interceptado por el ‘contacto’ y junto con el coyote caminaron largo rato por la obscuridad de la noche para posteriormente subirse a un vehículo que los aguardaba en un punto clave y continuar su viaje hacia Houston, TX. En el camino, a unas cuantas millas de haber abordado este vehículo, había un retén de migración, el cual Diego al verlo sintió desvanecida toda su ilusión de llegar a los Estados Unidos de Norteamérica. Diego es ahí detenido y esposado mientras lo registraban (sin ninguna identificación) y llevado a una oficina del ICE (Immigration and Customs Enforcement) y después de varias horas y cuestionamientos por parte del oficial de inmigración, deciden preguntarle su nacionalidad: “where are you coming from?” A lo que Diego respondió sin titubeo alguno: “ from Mexico, I’m Mexican!” El oficial mirándolo fijamente a los ojos le dice: “you won’t do it again will you?” Por lo que a Diego sólo le quedo decir que no; el negó todo.  Horas más tarde, casi al amanecer, el personal de inmigración de los EU, custodió a Diego hasta el cruce fronterizo; ahí lo soltaron frente al puente peatonal internacional y esperaron que este llegara del lado mexicano…

Mientras caminaba en el puente conoce a un mexicano (a quién también estaban deportando), bajo en estatura, indio y campesino. En ese momento Diego pensó que este mexicano era una ‘persona encubierta’ y que quería sacarle información; sin embargo sus sospechas eran erróneas. Este hombre venía sin un centavo en la bolsa, Diego al menos con algunos dólares, pero sin identificación, sin ropa sin nada. Él invita al campesino a alojarse en el cuarto con él y es ahí donde Diego se siente con fuerza para seguir después de hablar con este humilde hombre. Diego vuelve a contactar al “coyote” y a las personas que lo ayudaron a cruzar la frontera (se mantiene en el hotel encerrado sin salir, pues carecía ya de ninguna identificación) y unos días más tarde lo programan para volver a intentar nuevamente la hazaña.

Por segunda vez cruza el río Bravo y por segunda vez Diego vuelve a ser interceptado por los contactos del lado americano. Para proseguir su viaje, nuevamente tuvo que volver a caminar por horas en medio de la noche, esta vez después de llegar al punto indicado por el coyote y avistar al vehículo, lo meten de tras de la silla de una camioneta pick up donde apenas alcanzaba a respirar por lo estrecho e incomodo, en un segundo intento de cruzar la “inspección” (dentro del territorio americano). Esta vez Diego ¡logra pasarla!, así, finalmente es llevado hasta Houston donde días más tarde aborda un autobús y llega a su destino final en el estado de New Jersey.

Muchos años han pasado desde que inició todo esto, US$12,500.00 pago Diego por toda la travesía antes de salir de su país natal. Tuvo que aprenderse el Himno Nacional mexicano, algo de historia de México y nombre de los héroes patrios; tuvo que imitar el acento ‘mexicano’ y, hacerse pasar como ‘mexicano’ aprendió a esperar y a mirar en el momento de las señas cuando estas habían que cumplirse en los aeropuertos de Bogotá y Ciudad de México; tuvo que aprender a mostrar una tranquilidad y dejar escondido el nerviosismo que lo quemaba como el fuego por dentro.

Diego agradece y le agradeció a la Virgen de Guadalupe haberlo logrado, pues además se quedó con una muy buena impresión de México. Veintiún años de edad tenía Diego cuando inició su hazaña para lograr cumplir sus sueño… ¡el sueño americano!

¡¡¡No cualquiera lo logra!!!

No cabe duda que la corrupción se maneja a niveles internacionales; la mafia es grande y cubre toda Latinoamérica para aquellos que quieren venir ilegalmente a los Estados Unidos de América.

AGRADECIMIENTOS:

Agradezco infinitamente al protagonista de esta historia verdadera el cual no puedo dar su nombre por obvias razones.

ademas a Paola Wong por su exhausta colaboración. (@paosil79)

Acerca de Manolo De La Cruz

Nacido orgullosamente tabasqueño, crecido en la tierra de los "tumbapatos" en Macuspana cruzando el río Puxcatán en San Joseito "Rancho 2-Hermanos". Vivido en Costa Rica y parte en Caracas, Venezuela. Escritor cómico, narrativo, descriptivo, anecdótico y ahora pintor empírico. Ver todas las entradas de Manolo De La Cruz

19 respuesta a ««Diego»»

  • Paola

    Querido Mani:
    A pesar de que esta gran historia -narrada de forma precisa y pintoresca por ti- termino con un final feliz, no es erroneo senalar que existen muchas personas que dia a dia arriesgan sus vidas tratando de cruzar la frontera de los Estados Unidos de Norteamerica sin tener exito alguno. Asi pues, a pesar de que es comprensible la necesidad de muchas personas de querer buscar algo mejor para sus familias y para ellos mismos en otros paises, se tiene que tomar en cuenta que nada es mas valioso que nuestra vida misma y que la travesia de cruzar la frontera ilegalmente es muy riesgosa asi como peligrosa…Querido Mani, que este articulo escrito por ti sea dedicado tambien a todos aquellos que intentaron cruzar la frontera y no tuvieron exito…que Dios los bendiga, besos!

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  • Elsa Chavoya

    Holaaa.!!! Efectivamente, la corrupción es mas latente en estos tiempos, ya nos acostumbramos a ella, y lo peor, es que nuestros hijos, han nacido con ella, y hasta en los mismos colegios privados, ya se ha manifestado… Dicen que «la corrupción» es un sistema necesario..,!!!! Será..???? Besos..!!! (Excelente.!!!!)

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    • Manolo De La Cruz

      Gracias Elsa por tu comentario en mi pagina, te agradezco enormemente, siempre es bueno saber de ti y leer tu manera de pensar, recibe un fuerte abrazo hasta Guadalajara (como la extrano) saludos a tus papas!

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  • Elisa Alvarez

    mmmm donde he escuchado una historia así?? donde?? ah si en un monton de películas porsupuesto pero seguramente ninguna película se acerca completamente a la vida real, nada como conocer un personaje que lo ha vivido en carne propia. Felicidades Manolo como siempre una excelente historia, esta es de las de más presencia puedo decirte por el tema tan delicado que tratas, definitivamente una gran mafia, se aprovechan de la necesidad de la gente y sus sueños.
    En fin que bueno que Diego lo logró!!

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    • Manolo De La Cruz

      Solo imaginarme que estoy saliendo de mi pais sin «visado» del pais a donde voy ya esta accion me pone los nervios de punta y peor aun que esta «Visa» me la entregan en un pais diferente al mio y totalmente fuera del pais a donde voy a «intentar» entrar, que mafia tan grande, gracias por tu coemntario y aportacion!

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  • Cristina Chávez

    Bueno a mi me sorprendo la determinación de «Diego» para lograr loque se habia propuesto al salir de su pais, arriesgando todo lo que tenia incluso hasta la vida propablemente sin estar consciente de esto.
    Y desgraciadamente lo que no me deja asombrada es la corrupción en nuestro pais que llega a niveles que nisiquiera imaginamos.

    Felicidades Manolo!!! Estaba ansiosa por leer «Diego».
    te llame por telefono ayer en la tarde no respondian al numeor k marque
    hoy estoy todo el dia en casa.

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    • Manolo De La Cruz

      Gracias Cristina, por eso tanta insistencia por parte mia de llamarte a tu casa, era para avisarte que Diego habia cruzado la frontera, bueno mil gracias por tu comentario, un beso ya sabes que me encanta que me contestes, te quiero!

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  • Kailem Zamora

    Es triste todo lo que tienen que pasar para lograr el sueño AMERICACO y no todos lo lograr y peor aun algunos mueren en el intento me alegro por Diego que lo logro

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  • Tere Aristi

    Diego…..
    Es una triste historia que muchas veces hemos visto en peliculas que no se alejan nada de la realidad.Desgraciadamente muchos no lleguen a cumplir ese «sueño americano» del que tanto se dice muchas ilusiones pero sobre todo la desesperación de no tener un trabajo el que los obliga irse de su país,de sus familias etc.Una dura y muy difícil vida es lo que llegan a aceptar esta gente para ganar dinero y mandarlo íntegro a su familia. Mucha suerte y mucho valor tuvo Diego.gracias por compartirnos tu historia.Mucha suerte.
    Gracias Manuel porque una vez más nos trasportas con tu forma de escribir.TQM.

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    • Manolo De La Cruz

      Una historia que me conmovio al escuchar sin queres y que salio de una simple platica, entonces me salio de a dentro el periodista que llevo y comence a entrevistarlo y asi surgio «Diego» muy interesante historia verdadera platicada por el mismo autor y narrada por mi, gracias por tu comentario agradezco cada uno de ellos y de ustedes que siempre estan ahi leyendome. Gracias Tere!

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  • maria cristina paz

    Bonita vivencia, ya que logro llegar con bien, no todos lo logran asi, unos mueren en su intento, el tenia dinero para lograrlo mejor, se le admira todo lo que tuvo que aprender, en las Iglesias dan ayuda a los migrantes, son platicas que se dan en niveles altos, estuve en un encuentro biblico nacional y trataron este tema, haciendo conciencias que cuando tengamos en nuestro camino la oportunidad de ayudar a estas personas lo hagamos, con dinero, con comida, con ropa, con oraciones sobre todo, yo conoci a uno que llego a tabasco y lo llevaron hasta veracruz, halla otros religiosos lo ayudarian, a que descansara, y siguiera su camino. No todos de la religion lo hacen, no ha todos les llega este tema, ellos dicen que Jesús fue un emigrante también, y hubo gente que lo ayudo. Saludos primo.

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  • Marissa

    Fue muy imprecionante la historia de «Diego». y que pase lo que pase el tratara de cumplir su sueño (: como cualquier otra persona que lucha día a día por ser alguien .

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    • Manolo De La Cruz

      Asi es Marissa y vieras a «Diego» aun sigue luchando por realizar todos sus suenos que hace mas de 8 anos se metio en la mente para lograrlos! gracias por tu comentario, asi te daras una idea de lo que las cosas cuestan lograr en esta vida, un fuerte abrazo y beso hasta Ciudad Pemex!

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  • Susana

    Excelente historia real y que sucede a diario una, dos y cientos de veces, que bueno que Diego tuvo un final feliz, porque desgraciadamente muchos coyotes, polleros o como se les llame, dejan abandonados a su suerte a los indocumentados llegando muchos a morir en el intento, y que sorprendente saber hasta donde llega la corrupción y todo lo que puede uno hacer en nuestro país con autoridades de los aeropuertos, aduanas etc es indignante y triste, muy buena historia Manolo valió la pena la espera de «Diego»

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    • Manolo De La Cruz

      Gracias Susana, se tardo en llegar «Diego» pues venia en la travesia (de la revision y aprovacion, por parte del protagonista), estana ansioso por publicarlo, y ayer me tarde todo el dia junto con @paosil79 quien me ayudo a revisar la ortografia y sintaxix, en fin creo valio la pena el articulo y mi primera entrevista realizada a un personaje como este, una historia real, muy delicada y triste, llena de valentia y creencias, por algo cruzo y alcanzo la meta propuesta rompiendo obstaculos envuelto en corrupcion internacional!, te agradezco!

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  • Beth

    Me quede impresionada con esta historia, no cabe duda que su fe en Dios estan grande que por eso Dios estuvo con el todo el tiempo dandole forteza para lograr su sueño.

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    • Manolo De La Cruz

      Wow, me dejaste con la quijada en el piso de lo rapido que plasmaste tu comentario, te felicito y te doy las gracias, a mi me dejo de igualforma impresionado todo lo que «Diego» me conto de su travesia envuelta en corrupcion internacional, te agradezco enormemente tu comentario!!! un beso a Juan Pablo!

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