«¡¿Dónde está mamá?!”

Era el mes de Octubre de 1992 cuando regresaba yo de Guadalajara, Jalisco donde había terminado mis estudios en la Universidad, llegaba yo a Villahermosa, Tabasco a casa de papá, pensativo sobre qué hacer, por dónde comenzar a trabajar…, no tenia ni idea de qué hacer, y un par de días mas tarde, recibí la llamada telefónica de una gran amiga mía, Martha Hurtado, quien me llamaba desde Cancún, Q. Roo. Ella me invitaba a irme hacia aquel punto turístico de la república mexicana para experimentar profesionalmente cada quien en su rama y probar suerte…
Me quedé meditando en las palabras de Martha… aún con el teléfono en la mano, ahí en la sala de la casa… ¿Qué hago? Ni modos, -dije entre mí,- Papá era la única solución como siempre. Entonces acudí nuevamente a él y le dije: Papá, ¡échame la mano por última vez! (económicamente hablando), quiero irme a Cancún y probar suerte por allá, en serio será la última vez que te lo pida…
…Y si, fue la última vez que extendí la mano para pedir dinero (literalmente). En esa ocasión, recuerdo claramente que fui a comprar mi boleto de autobús (ADO) para salir al día siguiente hacia aquella punta. Mi papá me había dado MX$5,000 pesos de aquellos viejos pesos y con esos tuve para no volver a pedir más…
Ese día abandonaba yo el nido al cual no volví jamás, salvo única y exclusivamente de vacaciones y alguna que otra fecha especial. Así quizás perdí muchos momentos memorables que fueron marcando mi soledad, esta soledad que yo escogí vivir y disfrutar en plenitud, así pues, solo seguí desde lejos el nacimiento de mis cuatro sobrinas, de las cuales sólo con una participé en sugerir su nombre: Ana Karen, que fue el que al final de cuentas mi cuñada eligió para ella; de ahí en fuera, el tío vivía lejos de la casa de papás, donde mis dos hermanos circundaban familiarmente.
Pasaron los años y yo seguía alejándome más de la familia, físicamente hablando; mi trabajo me permitió volar más lejos y así pues, llegué hasta Costa Rica y más tarde hasta Venezuela y hoy día ya son 16 años viviendo en Los Estados Unidos… allá atrás deje el rancho de papá, el Río Puxcatán, allá dejé mi pueblo y allá dejé la ciudad que me vio nacer: Villahermosa. Allá también dejé aquella escena donde por última vez extendí mi mano para pedirle a papá una ayuda económica. (Tenía yo 23 años).
13 años después de vivir en EEUU, donde fijé mi vida, donde luché incansablemente (y lo sigo haciendo), para lograr lo que hasta hoy he logrado; pasaron muchos años para poder volver a la tierra que un día abandoné… Me dio mucho gusto volver a ver a mi mamá viva por última vez, pues 6 meses más tarde la vi moribunda en la cama de un hospital.
13 años bastaron para ver desmoronarse una familia que hoy día está desquebrajada, alejada y separada por cosas materiales, pareciera una telenovela. Pensé que sólo en las teleseries sucedía, pero no, esto es muy real, esto es la vida real.
Ayer hablé con papá y le dije algo que quizás parece muy fuerte pero es la pura realidad, “Papá, veo una familia totalmente separada por muchas circunstancias” veo cómo no existe ninguna comunicación entre nosotros (me incluyo), no hay hermandad, no hay solidaridad, no existe la democracia; una familia alejada una de la otra, una vida que pasa y pasa y no cambia, unas tierras que acaban de cumplir 100 años (San Joseíto) y que no veo que se viva de ellas, ni que se saque provecho del fruto sembrado, terrenos que se venden y no se ve el dinero, la salud deteriorándose y no se disfruta de lo que se sembró.
¿Para que tener tierras si solo se vive del sentimentalismo que no sirve para nada? el día que nos morimos, nada nos llevamos, ¿Por qué no disfrutarlo en vida? o ¿Por qué ver a otros que lo disfrutan sin compartirlo? Ahora entiendes ¿Por qué hablo de solidaridad, de unión familiar, de democracia? Las familias se corrompen, se separan, se alejan y siguen adelante pero separadas, fuera de aquel círculo que se formó el día que decidieron unirse en matrimonio.

¡¿Dónde está mamá?!

(Este artículo lo escribí el 11 de Febrero del 2015)
Revisión ortográfica por: Alicia Álvarado Ballesteros

Acerca de Manolo De La Cruz

Avatar de Desconocido
Nacido orgullosamente tabasqueño, crecido en la tierra de los "tumbapatos" en Macuspana cruzando el río Puxcatán en San Joseito "Rancho 2-Hermanos". Vivido en Costa Rica y parte en Caracas, Venezuela. Escritor cómico, narrativo, descriptivo, anecdótico y ahora pintor empírico. Ver todas las entradas de Manolo De La Cruz

Comenta este articulo aqui: